Erika de Souza sigue aumentando sus impresionantes cifras individuales mientras ayuda al IDK Euskotren a conseguir victorias. En el partido del pasado sábado, la pívot brasileña, además de meter 15 puntos, cogió 17 rebotes y puso un tapón, facetas estas dos últimas en las que es líder histórica de la Liga Femenina Endesa. En total acumula, en sus trece temporadas en la competición, 3.264 rebotes y 423 tapones, más que ninguna otra jugadora.
“La verdad es que nunca pensé que podía ser histórica en la Liga Femenina Endesa, pero me gusta. Estoy ahí abajo, soy pívot y es mi obligación ayudar al equipo. Me gusta coger rebotes y poner tapones”, comenta la pívot brasileña de 197 centímetros de altura, satisfecha por el último triunfo ante el Embutidos Pajariel Bembibre, aunque hace autocrítica: “Ayudé al equipo, hice lo mejor que pude en la cancha, como siempre, aunque defendí un poco regular”.
El IDK Euskotren, con siete victorias ya en su casillero, buscará la octava este viernes en la cancha del Campus Promete. “Es otra final”, señala Erika de Souza, que sabe que hace falta seguir ganando para conseguir la permanencia: “Tenemos que hacer nuestro mejor baloncesto hasta el final de la temporada. Es importante para el club, tenemos que dejar al equipo en la categoría en la que está. Sabemos que será un partido complicado, pero estamos trabajando bien y entrenando duro, preparándonos para jugar contra todo el pabellón. Tenemos que salir de ahí con la victoria”.
Erika tendrá un duro trabajo ante Vanessa Gidden y Leia Dongue, dos pivots también muy fuertes. En las estadísticas de la actual temporada, de hecho, Gidden es, con 8,81 rebotes por partido, la única jugadora con mejor promedio que la interior del IDK Euskotren (8,78): “Ellas por dentro son fuertes, así que tendremos que estar muy concentradas desde el minuto cero y estar dispuestas a pelear”.
La jugadora brasileña, con ocho títulos de Liga y otros ocho de Copa en su palmarés, no está acostumbrada a pelear por evitar el descenso, pero está mentalizada para conseguir el objetivo: “Siempre hay una primera vez para todo, es una experiencia de la que hay que sacar lo positivo. Es un momento difícil, pero confío en las compañeras y los entrenadores y estamos haciendo todo lo posible para ganar más partidos”.
Erika se llevó un duro golpe en el Preolímpico, ya que confiaba en disputar este año en Tokio los que hubieran sido sus cuartos Juegos Olímpicos, pero Brasil perdió todos los partidos: “Pensábamos que contra Puerto Rico podíamos ganar, pero perdimos en la prórroga, fue muy duro. Tenía planeado estar en Tokio y disputar mis últimos Juegos Olímpicos, pero no ha podido ser. Pero ya está, ahora toca estar centrada en el equipo y ayudar”.
La pívot del IDK Euskotren cumple 38 años el próximo 9 de marzo y está dando vueltas a su futuro: “Sigo pensando qué hacer. Aún me veo bien y quiero seguir jugando. Voy a jugar en Brasil cuando acabe la Liga Femenina Endesa y luego no sé qué haré. Primero quiero terminar bien aquí y que el equipo mantenga la categoría. Luego cogeré unos días de vacaciones y lo pensaré”.